[YeWook] El Maullido del Gato - Cap 11

CAPITULO ONCE







—Entonces, ¿qué es lo que te molesta?



—¿Qué quieres decir? — preguntó Yesung mirando a Kyuhyun



—Amigo. —Soltó éste un bufido—. Si fueras líquido,

estarías evaporándote.



Yesung puso los ojos en blanco y metió las manos en los

bolsillos de sus vaqueros mientras caminaban. —Estoy bien.





—Sí, y yo soy el Conejo de Pascua.



—Déjalo ya, Kyuhyun —le espetó Yesung, volviéndose para mirar

a su amigo.



—Está bien, está bien —respondió Kyuhyun, levantando la

manos—. Sólo estoy diciendo, que si hay algo de lo que necesites

hablar, estoy aquí.



—Lo sé. —Y lo sabía. De todos los hombres con los que

trabajaba en la agencia, Kyu siempre había estado a su

espalda, no importaba cuál fuera la situación. Era el hombre

con el que podía contar si las cosas se jodían.



Por lo menos hasta que Ryeowook llegó. Yesung sabía más allá de

toda sombra de duda que podía confiar en su pareja. Solo era el

no saber cómo lo sabía. La conexión entre Wook y él estaba más

allá de lo que nunca había experimentado, y no sabía muy bien

qué hacer con ella.



—Ryeowook y yo tuvimos una pelea —dijo Yesung observando sus

pies mientras caminaban por la acera de cemento, paso tras

paso.



—Me lo figuraba.



—Fue una estupidez.



—Por lo general, lo es.



Yesung se giró para mirar a Kyuhyun. —¿Cuando infiernos te has

convertido en un experto en relaciones?



—Soy un hombre de muchos talentos. —Sonrió éste—. Por

lo tanto, Vamos, amigo, dime lo que pasó.



—Realmente fue una estupidez —se quejó Yesung—. Durante

toda nuestra conversación con Donghae y Minho ni una vez le

preguntamos a Wook lo que quería. Oh, por supuesto, todo el

mundo tenía ideas, pero nadie le preguntó cómo se sentía

acerca de ellas. Ni siquiera yo.



—¿Y?



—Y... —Yesung se encogió de hombros—. Entonces, le

pregunté.



—Por la forma en la que tienes el ceño fruncido supongo

que las cosas no fueron muy bien.



Yesung no estaba seguro de la respuesta a esa pregunta. Algo

había pasado entre Wook y él. Solo que no estaba seguro de lo

que era. Sentía que el hombre le estaba escondiendo algo, ya lo

había sentido con el joven antes. Como cuando profundizó y

descubrió que era un cambiaformas y que estos existían en el

mundo, y el resto de las malditas cosas en su vida.



Estaba bastante seguro de que estaba a punto de enterarse

de algo nuevo, excepto que no estaba seguro de que estuviera

listo para nuevas sorpresas. Lo que había descubierto en un

periodo de 24 horas era suficiente para Yesung.



—Wook no me dio una respuesta directa cuando le

pregunté lo que quería. —Yesung frunció el ceño mientras se

encogió de hombros—. Era como si tuviera miedo de decirme lo

que realmente pensaba.



—Tal vez lo estuviera —dijo Kyu—. Puedes ser un

hermoso tipo intimidador, ya sabes. Si pensó que podría

molestarte con su solución, quizá, trató de darte la que creía que

querías oír. Odio decir esto Yesung, pero Ryeowook no me parece un

tipo decidido.



—Entonces no lo conoces muy bien. Es uno de los hombres

más fuertes que he conocido. —Yesung se enderezó mientras

pensaba en el pequeño hombre, su entusiasmo creciendo por la

conversación—. Imagínate pasar por lo que él ha pasado en su

vida y salir de ella con su cordura intacta. Un hombre débil no

podría haber hecho eso.



—Así que, si no tenía miedo de que no te gustara su

respuesta, ¿qué otra cosa podría ser? —preguntó Kyu—. ¿Fue

algo que, le dijiste, algo que hiciste? Quiero decir, ¿cuánto

realmente sabemos sobre los cambiaformas gato? Tal vez haya

algún tipo de protocolo y lo rompiste o algo así.



Yesung tenía que pensar en eso. Kyu tenía razón.



No sabía mucho acerca de lo cambiaformas gatos. Lo que

sabía, lo había aprendido de Wook, y éste no parecía saber

mucho de ser un gato. Eso los dejaba a ambos a oscuras, pero al

menos los dejaba juntos en la oscuridad.



—No creo que quiera ser rey —le dijo Yesung finalmente,

después de reflexionar sobre su conversación con Wook en el

baño.



—Entonces, ¿quién dice que tiene que serlo? Si no quiere

ser rey, no tiene por qué serlo. No hay nadie que lo obligue. —

Kyu frunció el ceño—. A menos que quieras que lo sea?



—Realmente eso no podía importarme menos mientras

Wook esté seguro. Si quiere ser rey de su manada, está bien. Voy

a ir con él y mantenerlo a salvo. Si quiere quedarse aquí y ser un

gato doméstico, trataré con eso también. Sólo quiero que Wook

esté seguro, feliz y preferiblemente conmigo.



—¿Se lo has dicho?



Yesung parpadeó por un momento, sorprendido por las

palabras de Kyu, entonces comenzó a maldecir hasta por los

codos, cerrando sus manos en puños. No podía creer lo

gilipollas que podía ser a veces. Quería echarle la culpa a su falta

de experiencia en una relación, pero sabía que era su propia

maldita naturaleza controladora.



Wook le había dicho a Yesung lo que quería escuchar, porque

había forzado al hombre a hacerlo. No le había dado la

oportunidad de realmente decir lo que pensaba. Wook tenía

toda la razón. Le había hecho su pregunta, entonces había

seguido preguntando. Ryeowook por fin le había dicho lo que

pensaba que Yesung quería escuchar en lugar de lo que realmente

sentía.



—Tengo que volver a la casa y hablar con él —dijo Yesung,

cuando se dio la vuelta para correr de nuevo al apartamento, a

la mierda la cena para llevar. Podían comerse las sobras. Se dio

la vuelta gruñéndole a Kyu cuando sintió la mano del hombre

en su brazo.



—Amigo, ve un poco más lento y dale a Wook algo de

espacio para pensar. Me imagino que lo necesita tanto como lo

necesitaste tú.


Yesung se quejó y se frotó la mano por la cara. —No lo

entiendes, Kyu. Creo que realmente la he jodido del todo.



—Te has equivocado antes. Vas a volver a hacerlo. Después

de todo eres humano... creo. —Kyu se rio entre dientes—.

Después de actividades recientes, no estoy ya seguro de que sea

verdad.



—Muy gracioso.



—Hey, no soy el que duerme con una bola de pelo, amigo.

—se rio Kyu—. Esto es sobre ti.



Yesung no pudo evitar sonreír al recordar lo mucho que

disfrutaba teniendo relaciones sexuales con su bola de pelo, y

todos los beneficios que venían con eso. Apostaría su último

dólar a que Kyuhyun iría en busca de su propio cambiaformas gato,

si supiera la verdad sobre ellos.



—Estaré muy feliz haciendo eso el resto de mi vida.



—Woohoo —dijo Kyu soltando una risita— escúchate.

Unos pocos días con el gato y ya estás deseando formalizar tu

relación. ¿Eso no es un poco rápido para ti?



—Me gustaría poder explicártelo, realmente lo haría, pero

simplemente es algo que no entenderás a menos que te pase.



La risa de Kyu se alejó cuando frunció el ceño.



—¿Explicar qué exactamente?



—Bueno, ya sabes lo de mi cuerpo, que se está haciendo

más grande, ¿verdad?



Kyu enganchó la nueva camiseta que Yesung llevaba y

sonrió. —Sí, amigo, la ropa nueva no fue un regalo a precio de

saldo. Tuve que ir a comprarlas, ¿recuerdas? Eso, y el hecho de

que ahora eres unos centímetros más alto que yo, cuando desde

que te conozco, siempre has sido más bajo.



—Bueno, voy a continuar creciendo hasta que llegue al

tamaño con el que pueda proteger adecuadamente a Wook.

Según dice, como el verdadero rey de sangre, él es el corazón y

el alma de su manada. Yo, como su pareja, se supone que debo

ser su fuerza.



—¿pareja?



—No es una mala palabra,Kyu.



—¿Estás seguro? —Kyu parecía escéptico. Lo miró

afligido. La comisura de su labio estaba retorcida, sus ojos muy

abiertos, y su rostro más pálido de lo que había estado unos

minutos antes. Yesung quería revolver los ojos pero no lo hizo.



—Sí, estoy seguro. Pareja significa... —Yesung sacudió la

cabeza—. Hay una conexión entre nosotros que va más de todo

lo que he sentido en mi vida. Soy más feliz cuando estoy con

Wook, ¿sabes? Incluso toda esa locura de mierda de etiquetar

los alimentos y su necesidad de estar limpio todo el tiempo, me

gusta. Creo que es lindo.



—Amigo, lo tienes mal.



Yesung frunció el ceño. —¿Qué quieres decir?



—Estás enamorado de la bola de pelo.



—No seas ridículo. Claro, me gusta Wook . Me gusta

mucho, pero solamente nos conocemos desde hace unos días.

No puedo estar enamorado de él. —Agitó la mano

descartándolo—. Infiernos, ni siquiera sé qué es el amor.



—Bueno, por lo que parece, lo es Wook.



Yesung se detuvo para mirar a Kyu. El shock y la confusión

se acumulaban en su cuerpo y sus pensamientos eran confusos.

¿Qué sabía de amar a alguien? Era un asesino, un asesino a

sueldo. Sabía más de matar de lo que sabía sobre el amor. Kyu

no podía tener razón.



¿Podría?



Sintió una oleada tras otra de confusión, era algo

diferente, algo que jamás había sentido deslizarse a través de su

cuerpo. ¿Podría ser amor por Wook? ¿Cómo iba a saber si lo

era? No era como si hubiera tenido un montón de modelos

amorosos en los que fijarse mientras crecía en el sistema de

acogida. Sabía que había buenos hogares de acogida por ahí,

pero de alguna manera, nunca tuvo de la suerte de que lo

colocaran en ninguno de ellos. Los que lo aceptaban solo era

porque sabían que significaba un cheque de pago.



Yesung no sabía si se trataba de su personalidad cerrada o su

negativa a permitir que alguien se le acercara, pero nunca había

encontrado un hogar con nadie. Al menos, no hasta ahora. Wook

lo hacía sentirse seguro, cálido y deseado. ¿Era eso el amor?



—Vamos, amigo. —Kyu le hizo un gesto con la mano a

Yesung para que se uniera a él cuando echó a andar por la acera.



—Cuanto más rápido consigamos la comida, más rápido

podrás regresar y hablar con tu pequeña bola de pelo.



Uno de estos días, Yesung sabía que iba a romperle la cara al

bocazas de Kyuhyun o permitirle a Wook que saltara otra vez sobre

él. Sin embargo, el hombre tenía un punto. Tenía que regresar al

apartamento y hablar con el pequeño gato. Se apresuró a

alcanzar a su amigo, poniéndose al paso junto al hombre.



—¿Todo esto con Wook quiere decir que vas a salir de la

agencia?


—No lo sé. No lo había pensado.



—Puede que lo desees. Si necesitas todo tu tiempo para

protegerlo, no vas a poder alejarte mucho para ir de misión.



—Supongo.



—Sabes que tengo razón.



Yesung sabía que Kyu la tenía, pero en realidad no había

pensado en dejar su puesto de trabajo hasta ese momento.

Absolutamente no lo había pensado hasta este momento. Su

principal preocupación era proteger a Wook, eso seguro. Y tal

vez esa era su respuesta.



—Creo que salir de la agencia no es tan mala idea.



—Bueno, es definitivamente algo que puedes hacer y que

debes considerar, especialmente si Changmin está tratando de

matarte como sospecho.



Yesung patinó hasta detenerse y miró a Kyu. —¿Qué? —

Kyu se encogió de hombros—. Creo que Changmin está tratando de

matarte. ¿Por qué si no te han dado mal la información?



—Tal vez no sabía que era errónea.



—Amigo, las tres últimas misiones que te ordenaron se

jodieron de alguna manera. O bien el objetivo se había ido o era

el lugar equivocado. Los lugares son cuestionables, y no hay

absolutamente ninguna forma de confirmarlos. Pero no hay

manera en el infierno que inteligencia meta la puta pata, tantas

veces.



Yesung negó. Tenía que haber otra respuesta. Changmin no era su

mejor amigo, ni siquiera un buen amigo, pero había confiado en

el hombre por más años de los que podía recordar. Kyu tenía

que estar equivocado.


—¿Por qué Changmin me querría muerto?



Kyu se encogió de hombros. —Dímelo tú.



—No tengo la menor idea.



—¿Has comprobado con él por qué la misión salió mal?



—No, la única persona a la que llamé fue a ti.



—Siempre puedes llamarlo y organizar un reunión, sácalo

fuera. —Kyu sonrió y señaló con el dedo a Yesung—. Pero si lo

haces, te sugiero que lleves a las dos pequeñas mierdas contigo

para protegerte. Tengo la sensación de esos dos puede tomar

casi cualquier cosa.



El asesino sonrió y comenzó a caminar de nuevo.Kyu

tenía razón sobre Donghae y Minho. Los hombres parecía que

podías pasarle un camión de basura por encima y salir ilesos.

Ahora que seguían a Wook, Yesung se imaginó que podría

conseguir su ayuda. Obedecerían cualquier orden o deseo del

joven. En realidad, era un poco raro.



—Simplemente no puedo pensar en ninguna razón por la

Que Changmin me quiera muerto —dijo Yesung después de unos

minutos—. No somos buenos amigos ni nada, pero siempre he

respetado al tipo. Siempre ha estado ahí en el pasado, cuando

estaba en un aprieto.



—Siempre he respetado a Changmin también.



—Entonces, ¿qué te hace pensar que esté tratando de

matarme?



—Realmente no estoy seguro de tener una respuesta

correcta para eso,Yesung. Es algo que siento. En los últimos

meses, el comportamiento de Changmin ha sido extraño. Recibe

llamadas telefónicas que siempre toma en privado, se reúne con

la gente a puerta cerrada, y desaparece durante días. Changmin no

era así antes.



—¿Qué llamadas? ¿Qué reuniones? —Yesung frunció el

ceño—. ¿Y cómo es que nunca lo supe?



—Nunca estás en la oficina, amigo. Trajes, corbatas y

trabajo de colmena, ¿recuerdas?



—Eso no quiere decir que no debería haber detectado algo

de eso en los momentos en los que he estado en la oficina. Changmin

puede ser un poco estirado, pero el hombre sabe lo que hace. —

Yesung se encogió de hombros—. No sé, solo es difícil para mí

aceptarlo.



—Podría estar equivocado, Yesung, pero tiene que haber una

explicación de por qué Changmin, está actuando tan raro y tú hayas

tenido tantas misiones mal informadas. Llevamos en este

negocio mucho tiempo, tal vez demasiado, ¿pero puedes

realmente decirme que las últimas tres misiones en las que

estuviste fueron normales?



Yesung pensó en sus últimas tres misiones. La primera, tres

meses atrás, había estado siguiendo a un tratante de armas. El

trabajo de Yesung era averiguar quién era su contacto y

eliminarlo. Nunca descubrió quién era. Su tapadera había

volado de alguna manera, y tuvo que escapar.



La segunda misión había sido hacía seis semanas. Una vez

más, Yesung había sido enviado a realizar el seguimiento del

traficante de armas. Solo que esta vez, su trabajo consistía en

seguir al tratante hasta su base y hacer estallar las armas de la

agencia que se sospechaba que el hombre almacenaba. Yesung lo

siguió, únicamente para descubrir que las armas nunca habían

estado allí desde el principio.


La última misión, en la que estaba cuando se encontró con

Wook, fue la peor. Yesung había sido enviado para eliminar al

traficante de armas. Cuando llegó, el tipo no estaba, aun cuando

la inteligencia le había dicho que sí. En su lugar el almacén

estaba lleno de hombres armados que lo esperaban.



—Está bien, podrías tener tu punto —dijo finalmente

Yesung—. Mis tres últimas misiones se jodieron, pero todavía no

veo que Changmin tenga nada que ver con eso. A veces, inteligencia

se equivoca. Es un hecho de la vida.



—¿Deberías saber que varios de nosotros hemos sido

enviados a misiones fallidas en los últimos tres meses?



—¿Cuántos?



—Tú, Siwon, Yunho y yo.



—¿Todos nosotros?



—Bien, soy positivo sobre Siwon tú y yo. Yunho no se ha

presentado desde su última misión, y me tiene preocupado. No

es propio de él no informar, ¿sabes? Al menos habría llamado

para decir si la misión había sido completada o no. Siempre lo

hace.



Yesung se pasó la mano por el pelo en un gesto de

frustración. El lío de Wook y el de él, empeoraba por segundos.

La gente quería a Wook muerto, y al parecer, alguien lo quería a

él muerto también. Estaban de mierda hasta el cuello.



—Kyu —dijo Yesung en voz baja mientras miraba a su

mejor amigo—. Necesito ayuda. No sé si puedo mantener seguro

a Wook por mi cuenta. ¿Me ayudaras a mantenerlo a salvo hasta

que pueda solucionar todo esto?



—Ya lo sabes, amigo. Considérame carne de cañón.



Yesung sonrió. Kyu podría ser un hombre extraño, pero era

uno fiable. Yesung se sentía mejor cuando comenzaron a caminar

de nuevo. Puede que no supiera lo que estaba pasando, pero

tendría ayuda para mantener seguro a Wook, y por ahora eso,

era suficiente.



—Creo que una vez que tengas en un lugar seguro a Wook,

deberíamos concertar una cita con Yunho y Siwon, y comparar

notas y otras cosas.



—Estoy de acuerdo, pero mantener a salvo a Wook es mi

prioridad número uno. Nada de lo demás me importa en este

momento, únicamente Wook. Todo esto puede esperar hasta

después de que sepa que está a salvo.



—De acuerdo.



Yesung asintió al darse cuenta de que Kyu se había

detenido a varios metros detrás de él. Se volvió y miró al

hombre, frunciendo el ceño. —¿Qué?



Kyu hizo un gesto a una puerta roja de gran tamaño. —

Estamos aquí.



Yesung sintió su rostro sonrojarse mientras volvía a unirse

con Kyu, entraron en el restaurante chino. Kyu sonreía, su

diversión estaba clara en cada centímetro de su cara.



—Cállate.



Kyu levantó una mano en un gesto sumiso cuando cogió

el tirador de la puerta, tirando y abriéndola. —No he dicho ni

una palabra.



—No tenías que hacerlo. —Yesung lo señaló con el dedo—. Lo

estabas pensando.



—No va contra la ley, amigo.



—Debería. —Yesung le sonrió a Kyu, mientras entraban en

el restaurante—.Tal vez haré que Wook haga algo sobre esto.



—Wook no puede hacer eso —hizo una mueca Kyu—, ¿o

sí?



La mirada de preocupación en el rostro de Kyu no tenía

precio. Yesung simplemente arqueó una ceja hacia el hombre.



—Vamos a verlo.



—Amigo, eso es un error.



Yesung prácticamente subía corriendo las escaleras al

apartamento de Wook, tenía ganas de ver al hombre tan rápido

como pudiera. Necesitaba hablar, y mucho. Tenía un par de

cosas que decirle, y la principal era pedirle disculpas al hombre

por ser un gilipollas.



Llamó a la puerta del apartamento y esperó a que Donghae

abriera, entró en la casa. Rápidamente miró alrededor buscando

a su pequeño gato, frunciendo el ceño cuando no lo vio

inmediatamente. —¿Dónde está Wook?



—Salió justo después de que te fuiste, pero luego volvió a

entrar en el dormitorio —dijo Donghae—. No ha salido de nuevo y

todo ha estado realmente tranquilo. Creo que está durmiendo.



—Bien, bueno, la comida está caliente —dijo mientras

colocaba las bolsas sobre la mesa del comedor—. No hagáis un

lío y acordaos de limpiar después o Wook se va a cabrear. Esto

incluye cargar el lavavajillas.



Yesung se dirigió hacia el dormitorio. Olió el aire fresco que

entraba por la ventana abierta en el momento en el que entró en

la habitación. Se puso tenso, tratando de ver a Wook en el

oscuro cuarto.



—¿Wook? —susurró Yesung en voz baja. Nada se movía en la

habitación a excepción de las cortinas agitadas por el aire de la

noche. El dormitorio estaba helado, lo que demostraba que la

ventana llevaba algún tiempo ya abierta.



Yesung en silencio se dirigió al baño y miró todos los lugares

posibles en los que Wook podría estar. Cuando no encontró

nada, buscó en el dormitorio. El corazón de Yesung se desbocó por

el miedo cuando no encontró ninguna señal del joven.



—¿Wook? —dijo un poco más fuerte mientras exploraba la

habitación de nuevo—. ¿Dónde estás, gatito?



Todavía nada. Yesung corrió hacia la ventana y con cautela

miró por la ventana abierta. Aún podía ver todos los gatos

merodeando en la calle así que sabía que Wook tenía que estar

cerca. No se explicaba por qué no estaba dentro de la seguridad

del apartamento.



—¡Ryeowook! —Yesung gritó fuerte para que lo oyera sobre los

maullidos de los gatos y el viento. Se inclinó por la ventana y

examinó de arriba a abajo la acera y la calle. Nada.



El asesino estaba a punto de perder la cabeza cuando un

suave maullido le llamó la atención. Yesung miró al árbol a pocos

metros de la ventana para encontrarse con dos brillantes ojos

mirando hacia él.



—¿Wook, que diablos estás haciendo ahí? —Le preguntó

Yesung cuando se dio cuenta que el gato lo miraba a él—. No es

seguro, bebé. Vamos entra.


El gato simplemente maulló. Yesung sabía que Ryeowook podía

hablar con él telepáticamente, pero no entendía por qué no lo

hacía.



—Por favor, Wook.



El gato blanco se levantó y dio vuelta en un círculo. Yesung

no sabía mucho acerca de los gatos. Nunca había tenido uno

antes. Esperaba que eso significara que Wook estaba buscando

una manera de bajar. Yesung le hizo un gesto con la mano.



—Vamos, bebé. —El corazón del asesino casi se le sale por

la garganta cuando Wook bajó de un salto a la rama que estaba

por debajo de él, sacudiéndola violentamente—. Caray, Wook,

ten cuidado.



Yesung podía sentir su boca seca al ver a Wook saltar a la

siguiente rama. Un paso en falso y se caería varios metros hacia

abajo al suelo. No había manera de que pudiera aterrizar sin

lesiones. Era una altura de dos pisos. Podría morir.



Él notaba la madera de la ventana clavándose en las

palmas de sus manos mientras las apretaba con más fuerza. La

espera lo estaba matando. Wook era todo lo que quería en su

vida, pero no lo supo hasta que lo vio en peligro. Si algo le

pasaba, quien quiera que fuera él, ni siquiera lucharía.



Justo cuando estaba a punto de saltar a la siguiente rama,

de repente se agachó y bufó, con los ojos alejándose de Yesung a

un lugar más abajo en la calle. Vio el miedo en Wook, y notó algo

diferente en el aire, Yesung se apoyó en la ventana y trató de

mantenerse oculto mientras miraba.



Los gatos que merodeaban por la acera y la calle se

dispersaron, maullando y bufando cuando dos oscura figuras

salieron de la oscuridad. Le tomó un segundo darse cuenta de

que estaban vestidos de manera similar a Donghae y Minho.

Yesung supo que eran soldados de la manada y estaban allí para  matar a Wook Yesung rápidamente cruzó al otro lado de la ventana y levantó la mano a Wook, rezando para que el hombre entendiera que tenía que permanecer exactamente donde estaba. Hasta que planeara que hacer, el árbol sería el lugar más seguro para Ryeowook. —Quédate quieto, bebé, por favor, y no dejes que te vean. —Yesung repitió las palabras una y otra vez en su cabeza mientras corría hacia la puerta del dormitorio, con la esperanza de que Wook pudiera escucharlo a través de su enlace. Nunca había tratado de hablar así con Wook, solo lo escuchaba. Tal vez si lo hubiera hecho, ahora no estaría en un árbol. —Date prisa —respondió éste, para gran alivio de Yesung —.Creo que pueden olerme. —Ya voy, te lo prometo. Quédate donde estás. Necesito alertar a los demás que los problemas han llegado. Yesung abrió de un tirón la puerta del dormitorio arrancándola de sus bisagras cuando la abrió. Tres pares de ojos se volvieron hacia él alarmados. Apretó la mano contra su pecho ya que su corazón tronaba dolorosamente. —Wook está fuera en un árbol, y más soldados de la manada están en la calle.