[KyuMin] Look at me

Título: Look at me 
Autora: Aya Minah 
Parejas: Kyuhyun & Sungmin (Mención al Yewook)
Tipo: Yaoi.
Género: Romance, Lemon
Clasificación: NC-17
Descripción: Kyuhyun es un nerd que está interesado en uno de los chicos más populares de la escuela, el goleador del equipo de fútbol, Lee Sungmin. 

Look at me

Capítulo O1

POV KyuHyun:

En todos estos años en la escuela secundaria, jamás había experimentado alguna emoción en mi rutinaria vida. 

Ya solo quedamos RyeoWook y yo en el taller de biología, seremos dos pero aun así amo estar aquí. Desde primer año que pertenezco a este club y, aunque solo tenga un amigo en toda la escuela, vivo hermosos momentos dedicándome a lo que amo.

Pero ¿por qué parece que no fuera divertido?



Cuando miro a través del vidrio del invernadero donde paso la mayoría de mi tiempo, noto al resto de la escuela contemplando solo una cosa: el equipo de fútbol. No sé si habrá tanto público por el hermoso grupo de porristas o…por los miembros del equipo. 

—KyuHyun-ah…— murmuró RyeoWook mirándome con un frasco en sus manos  — ¿Puedes ir a conseguir un poco de tierra al campus? —-

—Sí, no hay problema —tomé el frasco, afuera hacía mucho calor. Salí con el frasco y un palita en mis manos. 

Caminé hasta el campo de fútbol. Los gritos de las chicas taladraban los oídos del público.

—Ahh… ¿que se sentirá ser tan popular? —dije para mí mismo bajando la mirada. A un lado de la cancha estaba el montículo de tierra con el que siempre arreglaban el campo. 

Me acerque intentando no ensuciarme y de cuclillas para tomar un poco de tierra…pero no esperaba aquello. 

Primero escuche un grito “¡SUNGMIN!” específicamente y luego un “¡cuidado!”. Para ese momento ya la pelota había golpeado en mi espalda y mi cuerpo se había estampado contra la tierra fresca.

Intenté levantarme pero alguien me tomó del brazo ayudándome.

—Uhm, disculpa amigo ¿Te encuentras bien? —decía el joven de cabello castaño. Si, no había duda, era Lee DongHae uno de los delanteros. Mientras me sacudía un poco las manchas marrones de la bata, vi al autor del golpe acercarse a tomar el balón.

—Fui mi culpa, lo siento— dijo el rubio bajito, si era el mismísimo goleador del equipo, Lee SungMin.

—No… es nada…—dije algo tímido agachando la cabeza. No sé porque frente a esos chicos siempre me sentía tan inferior. 

Los dos chicos volvieron al trote hasta el campo, sentía al resto de los estudiantes mirándome y riéndose. Si, no soy ni tan popular ni tan guapo como ellos pero no me lo recuerden.



Cuando regresé al invernadero dejé el frasco sobre la mesa y me lave las manos.

—Oye Kyuhyun-ssi viste el…. ¿qué te paso? —se sorprendió mi amigo al verme lleno de lodo.

—Me caí —suspiré y me quité la bata. Mientras lo hacía regrese la vista hacia el campo. 

Lo que me sorprendió fue encontrarme con el pequeño rubio mirándome fijamente. En cuanto nuestras miradas se cruzaron, él regreso la vista al partido y corrió hacia la mitad de cancha.

—Ahhh ¿Por qué quede tan patético frente a él? —rezongué como niño y me tire en la silla.

— ¿Te avergüenza de haberte caído frente a quien? —se metió en mi conversación conmigo mismo, Wookie.

—Nadie —volví a rezongar.

—Vamos, dime… ¿Te gusta alguien del equipo de fútbol? — insistió.

—No  — 

—Uhm ¿Quién será? —decía mirando por el ventanal ¿Acaso no me escucha este chico? —DongHae Hyung ¿verdad? Es el chico más guapo del equipo…o quizás alguien mayor como el capitán JungSoo…—seguía mirando como buscando la respuesta. Ciertamente, eran todos muy guapos. Todas las chicas estaban tras ellos, y seguramente más de un chico también —Igual para mí el más guapo no deja de ser JongWoon Hyung—

Lo ven, ahí está: Wookie es chico y ya está atrás de uno. Aun cuando yo no estaba ni enamorado, ni nada parecido, de ninguno de los jugadores, tenía una opinión crítica y el más guapo para mí siempre fue…

— ¡Ah, SungMin Hyung! —gritó mi amigo terminando mi frase metal.

— ¡Yah! Deja de jugar y vamos a hacer la observación de la puta termita, por favor…—dije algo molesto levantándome.



Al día siguiente, al tocar la campana del almuerzo, salí en busca de Wook como siempre.

Mientras caminaba por los pasillos notaba a todos bastante movidos y alegres ¿Por qué será que nunca estoy al tanto de las cosas divertidas? Esquivando como pude los empujones de quienes siempre serán mejores que yo, llegué hasta el salón de mi compañero, quien ya estaba en la puerta observando la conmoción.

—Hey, KyuHyun-ssi…-—me llamó en secreto — ¿Sabes que ocurrió? —Negué con la cabeza, estaba aun más confundido que él. En ese momento las puertas de entrada se abrieron y muchos gritos femeninos en forma de chirridos inundaron los pasillos.

“¡Vamos a la final! ¡Vamos a la final!” era el canto que se oía entre el tumulto de gente que nos aprisionaba. Me coloque de puntas de pie, y gracias a mi altura, pude ver en medio de la muchedumbre al ferviente equipo de fútbol.

SungMin venia colgado de los hombros de DongHae y HyukJae, sus rostros mostraban una felicidad contagiosa. Detrás de ellos venían saltando JungSoo, ShinDong y JongWoon, todos con las camisetas del equipo.

—Mira, ahí está JongWoon Hyung —reí molestando a Wookie quien me devolvió un golpe en brazo. Regrese hacia mi amigo y ambos nos dirigimos a la cafetería. No encontramos a nadie en el camino, al parecer todos se quedaron saludando al equipo de chicos lindos. 

Nos sentamos en una mesa, cuando sentimos los fuertes gritos a nuestro alrededor. No dimos mayor importancia y seguimos degustando nuestro almuerzo, hasta que una mano se poso sobre nuestra mesa.

—Ustedes también vendrán, ¿verdad? —levanté la vista viendo la bella sonrisa de Lee DongHae.

— ¿N-n-nos hablas a no-nosotros? —tartamudeé un poco.

—Obvio ¡¡Toda la escuela está invitada!! —gritó alegre HyukJae colgándose del cuello de DongHae y se alejaron saltando junto al grupo de chicas que los alentaban.

—Sí, toda la escuela…—oí una voz femenina detrás de mí —Hasta los nerds... —rió empujándome hacia la mesa haciendo que manchara un poco el suéter con comida. La vi alejarse riendo con otro grupo que se unía al festejo de mis Hyungs. Las mire con un poco de odio y sacudí mis manos. En ese momento una preciosa y blanca manito me extendía una servilleta.

—Aquí tienes. —me sonrió con esos regordetes labios mi miembro favorito del equipo.

—Uhm, gr-gracias Hyung…—bajé rápido la mirada tomando aquel paño y comenzando a limpiarme. Sin más que decir el rubio se unió al grupo.

—KyuHyun ¿A dónde estamos invitados? —me miró sin comprender mi amigo.

—Ah…—antes de poder formular una respuesta varias muchachas de faldas muy cortas se nos acercaron.

—¡Qué ternura! el pequeño grupito de nerds se llevan bien con nuestros chicos…—decía con un tono totalmente sobrante la muchacha de cabello largo, pasado uno de sus dedos por mi espalda. Enseguida bajé mi rostro mirando almuerzo sin responder

— ¿Cómo pueden encerrarse a mirar bichos y no ver lo que ocurre en el mundo? —

—Son patéticos…—rió la chica que se hallaba junto a Wookie, a su lado otra de cabello corto rió más fuerte.

—El equipo de futbol paso a las finales del campeonato, deberían saber que es un suceso muy importante —su voz parecía el ronroneo de algún animal exótico en época de celo. 

Se arrimó más a mi oído, que estaba comenzaba a tomar un color carmín. Era obvio que lo hacía para molestarnos nada más, nadie nunca nos habla. De pronto, note como esta era apartada de mí. Levanté la vista con timidez encontrándome a SungMin tomando a la chica de la cintura con un rostro sumamente seductor.

— ¿Dónde estaban chicas? —dijo con esa voz que derrite a cualquiera. La muchacha había pasado ya todos los colores por su rostro — ¡Vamos a organizar la fiesta! Si ganamos el campeonato festejaremos en casa de HyukJae —rió para luego llevarse a la muchacha consigo.

—Ahh ¿Por qué no dejan de molestarnos? —suspiró Wookie una vez que todos se alejaron de nuestra mesa.





Era viernes en la noche, yo estaba en el baño terminando de arreglarme. Jean azul, una camiseta blanca y un suéter azul de hilo; del bolsillo trasero de mi pantalón sobresalía un pequeño pañuelo rosa ¿Me veré guapo hoy? Al menos intentaré que no se rían de mí. Me estaba terminando de colocar mi colonia favorita cuando escuche el timbre sonar.

—KyuHyunnie, llegó RyeoWook —escuché el grito de mi hermana.

—Gracias Noona…—exclamé bajando las escaleras al encuentro con mi amigo.

—Waw, te ves muy bien KyuHyun-ah…—esbozó mirándome, mi compañero.

—Yah, vámonos antes que me arrepienta —

Como era de esperarse, la fiesta era en una discoteca, a lo que todos se divertían bailando y bebiendo, mientras Wookie y yo nos encontrábamos sentados en la barra bebiendo una coca-cola. En ese momento varios gritos se oyeron, las puertas del boliche se abrieron dejando entrar a los dueños de esa noche.

Todos se veían extremadamente guapos. Pero mis ojos se detuvieron en aquel cuerpo perfecto: su cabello algo despeinado, su camisa marcaba a la perfección su torso…y esos pantalones blancos ajustaban su trasero resaltando una belleza que no era de este mundo.





POV SungMin:


Y Ahí estaba mi víctima, la que en segundos seria mi presa, vestido con una camiseta blanca, jeans oscuros y un suéter que llegaba un poco debajo de ese exquisito trasero. 

Hablaba con su amigo en la barra tomando una gaseosa, siempre tan inocente. Se veía tímido y asustado, pero me alegré ante la idea de verlo ahí. Tuve que convencer a DongHae para que él se animara a invitarlos a la fiesta. Y es que después de todo, mis amigos sabían perfectamente cuanto me gustaba aquel nerd que siempre veía jugar en su invernadero. Aquel que caminaba cabizbajo siendo empujado por todos mientras cargaba sus libros. 

A veces con esos suéteres de ñoño sobre una camisa a cuadros, otras veces con esos anteojos grandes de marco negro que tan lindos le quedaban y otras aun más perfectas, cuando llevaba esa larga bata blanca, como ese día que pasó frente a la cancha durante mi entrenamiento. Me quede tan embobado mirándolo, agachado juntando tierra como el nerd que era, que golpeé de la forma más patética posible dándole en el medio de la espalda. Obviamente Hae se rió de mí, le hice un puchero y salió corriendo a ayudarlo, me daba miedo hablarle, parecía que se asustaría.

Es que siempre es así, tan miedoso. Como cuando vi a esas perras tocarlo en la cafetería ¿Cómo se atrevían a ponerle un dedo encima a mi KyuHyun-ah? Putas.
Las saqué de su lado como pude. Y el plan era un éxito, aquí estaba él, tímido y tentador como siempre. 


La noche avanzó un poco más, yo bailaba con mis amigos mientras las chicas intentaban filtrar con nosotros sin éxito. Donghae siempre me hacía lo mismo, tomaba mi cintura frente a él y comenzaba a menear al ritmo de la música. Yo bajaba poco a poco, sentía su respiración en mi cuello y sonreía ante esto. Todo el equipo siempre fuimos de los mejores amigos, no teníamos vergüenza entre nosotros. Las chicas se volvían locas ante esto y eso solo hacía que avanzáramos más.





POV KyuHyun: 


—Wow —fue lo único que atinamos a articular mi amigo y yo al ver al goleador y al delantero del equipo de fútbol, bailándose de la forma más sexual posible. No le quitaba la mirada de encima, bailaban tan bien… 

Donghae tomaba con cuidado la cintura de SungMin y bajaba sin vergüenza, sentía sus caras casi tocarse y la expresión de Sungmin era tan sensual. Con una mano se tiraba el cabello hacia atrás y con la otra sujetaba del hombro a Donghae. En cierto momento el castaño lo giró un poco y quede viendo la espalda de SungMin. 

Bueno, la espalda es un decir. Porque en cuanto empezó a bailar me perdí en el bellísimo trasero de mi Hyung. ¿Cómo podía moverse así un hombre? Ellos eran geniales

Pero algo dentro de mí comenzaba a ¿excitarse? No, no. Me golpeé mentalmente por mis pensamientos. Bajé la mirada de regreso a mi bebida cuando oí la voz de Wookie diciendo que iría al baño. Volví la vista a la pista de baile pero ahora Donghae bailaba con HyukJae ¿Sungmin?

— ¿Te estás divirtiendo? —sentí la voz de quien se sentó de forma cansada en el asiento de RyeoWook.

—Ah…— Lo vi a los ojos unos segundos y corrí la mirada. Simplemente no podía ver a SungMin a los ojos.




POV SungMin:


Me senté a su lado luego de una genial sesión de baile con Hae. El objetivo solo era llamar su atención, obviamente. Me miró a los ojos en cuanto le hable y volvió a bajar la mirada. Siendo tan tímido se me hará imposible hablarle. Le pregunté si había ido a nuestro último partido y me dijo que no pudo por un trabajo de campo que están haciendo.

Aunque suene raro viniendo de mí, me interesó su trabajo. Cualquier cosa de la que él quisiera hablar, sería interesante para mí. 

Hoy no se veía tan nerd como siempre, estaba sumamente guapo, y las luces de colores lo llenaban de sensualidad. Tenía tantos deseos de él. Nuestra conversación de prolongó un rato más, aunque admito que debí hacer un gran esfuerzo para sacarle las palabras e intentar entenderlo entre tanto tartamudeo de su parte.

— ¿Son muchos en tu club? —pregunté algo alto, ya que la música estaba siendo cada vez más elevada y el ritmo electrónico que daba comienzo a la verdadera fiesta, se estaba imponiendo.

—No muchos —creo que dijo, pero no lo oí, así que acerque mi oído haciéndole entender que no podía escucharlo. Se acercó y me respondió “solo somos dos”. Los susurros al pronunciar las “s” me dieron un cosquilleo exquisito. Así que le hice señas de que se arrimase un poco y le hable al oído de la forma más sensual que pude, pero disimulándolo. Notaba como se estremecía con mis palabras. 

Seguí con lo mismo, comencé a notar que ahora él me preguntaba, solo para oírme susurrarle al oído. El juego estaba interesante, pero comenzaba a calentarnos, así que saque mi última carta. Lo tome del cuello de la camiseta acercándolo a mí.

—Vamos a bailar —y concluí por rozar con mi lengua el lóbulo de su oreja, sintiendo como su cuerpo tembló ante el tacto. Lo tome de la mano y con algo de fuerza lo saque de la silla para adentrarnos en la pista.





POV KyuHyun:


Ya no podía escuchar lo que decía, ya no me importaba que fuese lo que quería decirme. Solo quería que siguiera susurrándome al oído ¿Por qué este Hyung vino a hablarme a mí? Seguro es algún truco para que caiga en la broma y se rían de mí. Pero no, los conocía bien aunque jamás hablara con ellos. Eran muy buenas personas y de los pocos que jamás nos molestaban. 

Sentir su húmeda lengua rozar mi oreja me estremeció de una manera única ¿Qué me está pasando? ¿Por qué reacciono así? Pero antes de terminar de formular mis preguntas, ya estábamos en el centro de la pista, rodeados de personas que empujaban, se movía, se pisaban…sentí que aun su mano sujetaba la mía, yo seguía con mi cabeza gacha haciendo uso de mis facultades de ñoño, avergonzado.

—No estés tan tenso —me dijo sujetándome ambas manos, intentando calmarme. No podía levantar las vista, estaba un poco sonrojado ¿Qué le pasa a este Hyung?

—Yo…no sé bailar Hyung —dije mirándolo al fin.

—Solo relájate, vamos a divertirnos —me sonrió de una forma aniñada y sexy a la vez.

Comenzó a moverse lentamente, al ritmo de la música. Se inclinaba hacia un lado y luego al otro. Lo seguía con la cabeza, parecía tan cool. Se veía tan sencillo bailar así de solo verlo. Intenté seguirlo pero no pude, mis piernas se cruzaban, me enredaba. 

Ah, ¿Por qué él lo hace ver tan sencillo cuando no lo es?

—Sigues nervioso —dijo riendo al ver mi patético intento por bailar —No te preocupes, te ayudare— me sonrió y dirigió la vista hacia una punta de la pista. Pude ver que llamaba a HyukJae. Este lo miró, SungMin movió sus dedos haciendo una seña extraña y Hyuk asintió con la cabeza yéndose.

—Hyung, esto es vergonzoso, no sé bailar —proteste.

—Vamos, KyuHyun, solo debes dejarte llevar por la música —En ese momento Hyuk se acerco a él con un vaso largo, con dos sorbetes de color, en él había un liquido rosado. 

Min bebió un sorbo y Hyuk se alejo. Cielos, verlo chupar de ese sorbete mientras se movía lentamente comenzaba a darme algo.

—Bebe conmigo. —extendiéndome el vaso. Aun con algo de miedo tomé un sorbo. Sentí un ardor recorrer mi garganta en cuanto tragué aquel líquido. Debió haber visto mi cara de total desaprobación porque lanzó una risita tierna.

—Yah, lo pedí con fruta para que no sintieras tanto el alcohol. Esto te ayudara a bailar… —sonrió acercándose a mí. Tenerlo tan cerca me ponía nervioso, hacía calor, la gente amontonada me sofocaba aun más, así que bebí otro y otro sorbo de aquella bebida.

—No bebas tan rápido —me sugirió acercándose y tomó el otro sorbete en el vaso. 

Tenía su rostro a centímetros del mío. No podía ser más hermoso. Alzó sus ojitos y pude cruzarme con esa mirada renegrida, bella, debajo de un manto suave de pestañas oscuras. 

Bajé el vaso, sentía un poco el efecto del alcohol en mi cabeza ¿Cómo llegó hasta ahí?

Pero me sentía más relajado por alguna extraña razón. Pronto sentí las manos de Min en mi cintura, moviéndose de forma sexy como antes hacía con Donghae. Volteo dándome la espalda, siguió moviéndose de la misma forma sensual. Creía que solo las mujeres se movían así de provocativas, pero Min lo hacía tan bien. Su culo estaba tan cerca. 

Sentía aun más calor.

—Hyung…—murmuré tirando mi cabeza hacia atrás buscando un poco de aire, pero en ese momento sentí el culo del rubio chocar contra mi pelvis. Estaba bailando tan cerca. 

Otra vez su trasero chocó contra mi entrepierna, pero esta vez se mantuvo ahí, frotándose sensualmente. Sentía la sangre arder y una adrenalina apoderarse de mi cuerpo. En esa misma posición tomó mis manos y las colocó en su cintura. Lo sujeté tal como me guiaba, mientras él seguía frotándose en mi miembro que comenzaba a endurecer lentamente.

Sin darme cuenta también comencé a moverme, siguiéndome el ritmo. Él pego su espalda a mi pecho y giró un poco su cabeza llamándome, me acerque sin soltarlo.

—Así, sigue así —me susurró de forma sensual. Este chico estaba neutralizando mis sentidos. Apoyé mi frente en su hombro, cerrando los ojos y disfrutando de sus movimientos  —Te enseñaré a bailar para que lo hagas conmigo si ganamos el campeonato ¿Es un trato? — en su tono voz note que sonreía.

—Uhm…— era todo lo que podía decir, estaba perdido en ese perfecto rozamiento.

Intentaba controlarme para que mi miembro no comenzara a despertar de forma incómoda.

Sungmin volteo para bailar pecho con pecho. Por un momento se lo agradecí, hasta que nuestras caderas chocaron por primera vez. Creo que ambos simulamos no notarlo.

Cada tanto nuestros miembros se encontraban, pero a los segundos volvían a separarse. Con sus brazos rodeo mi cintura y fue descendiendo hasta llegar a mi trasero. Sentí que lo apretó un poco, mi cara tomo un color aun más rojizo de lo que ya estaba. Metió sus manos en mis bolsillos y bailamos un rato así. Descansando mis brazos en sus hombros, sentía el calor de sus palmas en a través de los bolsillos del jean, apretando las mejillas de mi trasero. 

Al rato las sacó. Observó su mano con el pañuelo rosa que traía en mi bolsillo. Me miro sonriendo con eso labios preciosos y se lo llevó a la boca. 

Sosteniéndolo con los dientes, mirándome de forma atractiva. 

Mis mejillas no podían arder más. Estuve un tiempo mirándolo a los ojos, esos bellísimos ojos negros. Con razón todas las chicas de la escuela están enamoradas de él, es perfecto: la curva de sus labios, la profundidad de sus ojos, la forma de sus cejas, aquellos mechones rubios que cubrían su frente. 

Una voz femenina me hizo volver a la realidad.

—Oppa ¿bailas con nosotras? —lo llamó una chica tomándolo de la muñeca. 

Mientras tiraba de él, Sungmin jaló mi brazo bajándome a su altura, para darme un sueve beso en la mejilla y soltar mi brazo alejándose. 

Acaricié con mis dedos aquel lugar que seguía cálido ante la suavidad de los labios de mi Hyung.

—KyuHyun-ssi ¿dónde estuviste toda la noche? —lloriqueando se acercó RyeoWook.

—Lo siento – caminando a su lado para salir de la multitud. Mi mirada buscaba aquellos pantalones blancos, pero mi corazón se marchito al verlo junto a sus amigos, mientras el grupo de porristas les bailaba alrededor.

— ¿Quieres ir a casa a jugar videojuegos mejor? —comenté, a lo que mi amigo asintió y salimos del lugar.




Esa noche Wookie durmió en casa, luego de una sesión de videojuegos nos fuimos a acostar. Casi amanecía así que cerré las cortinas para que la luz no ingresara. Ya podía sentir la respiración de mi amigo, recostado en el colchón del suelo, indicándome que se había dormido. Pero yo seguía boca arriba, pensando en lo que había vivido hace horas: el exquisito meneo, su trasero frotándose de forma tan sensual…

No exageraré al decir que tengo unas inmensas ganas de hacerlo mío. Sí, yo, quien cree que se debe amar con toda el alma para estar con alguien, quien aun es virgen, quien no toco a una mujer u hombre en su vida. 

Yo, si. 

Y puedo jurar que si el lugar hubiese estado vacío, lo hubiera hecho mío en ese mismo momento. Pero pensar esto solo lograba comenzar a excitarme de nuevo. Debo olvidar lo que paso esta noche, para él fui lo mismo que Donghae y el grupo de porristas. Él solo estaba bailando y yo me deje llevar 

¿Cómo el gran Lee SungMin podría mirarme a mí?

Continuará...