[Adaptación] YeWook - El Maullido del Gato - cap 9

CAPITULO NUEVE


Yesung no pudo evitar una sonrisa al ver a Ryeowook vestirse. El

hombre era guapísimo, y no tenía ni idea. El asesino estaba

aturdido aún por todo lo que había aprendido en la última hora.

Su compañero había sido una enorme sorpresa. Curiosamente,

también una muy grata.





Mientras más tiempo pasaba conél, más le gustaba el

hombre. La particularidad que lo envolvía cada vez era menos

extraña, con cada minuto que pasaba. Sobre todo, porque el

sentimiento de probidad que Yesung sentía cuando estaba con él

era cada vez más fuerte.



—Estás muy callado, gatito.



Ryeowook se dio la vuelta para mirarlo, apuntándolo con su

dedo. —Realmente tienes que dejar de llamarme así.



—¿Qué? ¿Gatito? —Yesung se rio entre dientes mientras se

levantaba y se acercaba para estar delante de él, el hombre se

apoyó en su pecho—. Pero si eres un gatito.



—No es digno —insistió Ryeowook cuando pisoteó su pie.



—Tal vez, pero es más lindo que el infierno y así eres tú.



—¿En serio?



A Yesung le encantó el pequeño color que llenó la cara de

Wook y la forma en la que el hombre lo miró. Sabía que no tenía

ni idea de su atractivo, pero por suerte, él sí. Añadiendo el

hecho de que el cuerpo del pequeño joven, básicamente, solo

podía ser marcado por él, y Yesung era un tipo feliz con eso.

Ahora únicamente tenía que encontrar la manera de

mantenerlo con vida, porque no iba a permitir que el hombre

muriera. Por lo que a él se refería,Ryeowook ahora le pertenecía,

punto, y pelearía con quien tratara de alejar al magnífico

pequeño de él.



—Oye, bebé —dijo dando un paso atrás y comenzó a

recoger su ropa— esta decisión de gobernar tu manada, ¿es algo

que quieres?



—No lo sé. —Wook se encogió de hombros—. Nunca he

pensado en ello.



—Bueno, tal vez deberías hacerlo.



—¿Por qué?



—¿Por qué? —Yesung frunció el ceño mientras trataba de

cerrar el botón de sus vaqueros y se dio cuenta que no podía—.

Maldita sea, Siento que he ganado veinte kilos.



—Probablemente lo has hecho. —Ryeowook se echó a reír y

señaló hacia sus pies—. Obviamente has crecido, estás más alto.



Yesung miró hacia abajo a sus pies, el shock se descargó a

través de él, cuando vio las perneras del pantalón por encima de

los tobillos. Miró a Ryeowook sorprendido. —¿Cuánto más voy a

crecer?



—No tengo ni idea. Vas a crecer hasta que tu cuerpo llegue

a donde sea necesario para que puedas protegerme.



—Puedo ver un nuevo vestuario en mi futuro —Yesung

murmuró mientras se ponía la camisa sobre su cabeza—. Me veo

ridículo.

—Te ves caliente.

Yesung puso los ojos en blanco. No podía evitarlo. Su

camiseta apenas cubría su ombligo, y las costuras de las mangas

amenazaban con desgarrarse. Sus pantalones eran demasiado

cortos llegando justo por encima de los tobillos y no podía

abrocharse el botón en absoluto. A pesar de la afirmación de

Ryeowook, sabía que se veía ridículo.



—Tan pronto como hayamos terminado aquí, vamos a ir a

comprar algo de ropa nueva.



—Es posible que desees comprar diversas tallas. No

sabemos lo grande que serás hasta que termines de crecer.



Yesung arqueó una ceja. —¿No lo he hecho ya?



—No lo creo. —Los ojos de Ryeowook estaban llenos de

diversión.



El asesino sabía que la diversión era a su costa, pero no

podía dejar de ser feliz ante la vista de la alegría en del hombre.

Wook había estado de tan mal humor y tan dispuesto a aceptar

su muerte. La risa en su voz era un cambio refrescante.



Tiró de la cinturilla de su camiseta, tratando de conseguir

que bajara un poco más, pero fue en vano. La prenda se quedó

justo donde estaba, mostrando su ombligo y todo eso.

Simplemente no iba a conseguir nada mejor hasta que tuviera

algo de ropa nueva.



—Muy bien, vamos.



—¿Hum, Yesung?



—¿Sí, bebé?



—¿No crees que deberías hacer algo respecto a eso?

— preguntó Ryeowook cuando señaló el vacío creado en su cintura

porque le quedaban pequeños los pantalones. Corrió hacia su armario

 y sacó una sudadera. Cerró la puerta y se acercó a Yesung,

entregándosela—. Esto podría ayudar, o al menos ocultar algo

de… —Wook gesticuló con su mano a la piel al descubierto entre

el ombligo y el vello púbico visible— ti.



Yesung se rio entre dientes mientras se ataba las mangas de

la sudadera a su cintura y la anudaba. Cubrió una buena parte

de la piel expuesta, pero no lo suficiente como para que Gage se

sintiera cómodo. Sin embargo, no parecía haber ninguna otra

opción. No podía esperar para ver la reacción de Kyu. El

hombre se iba a reír de él estúpidamente.



Sacudió la cabeza y le tendió la mano a Ryeowook. —Ven,

muchacho, vamos a enfrentar al pelotón de fusilamiento.



—¡Oh, tal vez no deberíamos hacerlo. Podríamos salir a

hurtadillas por la ventana del dormitorio y…



—Wook, me refería a mi amigo, a Kyuhyun. No a los otros dos

chicos. Y eso me recuerda, ¿quién son exactamente esos dos

hombres?



—Son básicamente soldados de la manada, que mi tío

envió para que me mataran



—¿Saben que eres un gato común?



—Creo que sí, pero han jurado su lealtad a su rey, y hasta

que yo no sea proclamado o muerto, Song Pyo lo es. Tienen que

hacer lo que les ordena.



Yesung sabía que Wook estaba tratando de sonar razonable,

pero eso lo hizo ver rojo. Agarró su muñeca y comenzó a

arrastrarlo hacia la puerta del dormitorio. Les iba a dar a esos

dos hombres un ultimátum, incluso puede que les permitiera

vivir si estaban de acuerdo con sus términos.

Tal vez.

Yesung se detuvo en la puerta para mirar hacia abajo a Wook.

—Quiero que estés tranquilo cuando estemos en la otra

habitación. Déjame hablar a mí. Sé cómo manejar a estos tipos.

Si necesito decirte algo, usaré esa cosa del vínculo entre

nosotros, ¿de acuerdo?



Ryeowook asintió. Parecía nervioso y agitado. Yesung puso su

mano bajo la barbilla y le levantó el rostro al hombre. Se inclinó

y le dio un pequeño beso en la cien, sonriendo cuando éste

suspiró y se apoyó en él. El ronroneo comenzó antes incluso de

que llevara su cabeza hacia atrás.



—Esa cosa del ronroneo es muy caliente.



Yesung se echó a reír cuando la cara de Wook se ruborizó y

bajó la cabeza.



—Ven, muchacho, vamos a terminar con esto. —Abrió la

puerta del dormitorio y salió, sintiendo los ojos de cada hombre

en la habitación girarse en su dirección. Alargó su mano y

agarró el brazo de Ryeowook y empujó al hombre detrás de él.



—¿Se divirtieron? —Kyu le preguntó casualmente, desde

donde se encontraba apoyado contra la pared de la cocina, la

pistola en la mano apuntando a los dos hombres sentados en el

suelo, contra las estanterías.



—En realidad, sí lo hice.



Yesung sacó fuera de la habitación a Wook y lo escoltó hacia

el lado opuesto de la habitación lejos de los dos hombres

enviados para matarlo. Lo empujó en el sillón junto a la ventana

y luego se volvió hacia los dos hombres.



—Olvídense de Ryeowook. —Yesung cruzó los brazos sobre su

pecho y miró a los dos hombres—. Esa es su única opción si queréis salir de aquí con vida.

—No es asunto tuyo —dijo uno de los hombres, el de pelo

oscuro. Era prácticamente la única manera en la que Yesung podía

diferenciar a los dos hombres. Ambos iban de negro, tenían la

misma altura y peso. Incluso sus caras tenían un aspecto

similar. Podría ser que fueran familia. Sólo los diferenciaba por

el color de su cabello, uno oscuro, otro claro.



—Es asunto mío. Él me pertenece a mí, y protejo lo que

es mío.



—¿Tú eres su única pareja? —Le preguntó el otro hombre:

el rubio.



—Lo soy.



—Pero, eres un humano.



—Es cierto, pero eso no niega el hecho de que no vas a

dañarle ni un pelo de su cabeza. Ahora es mío para protegerlo, y

lo haré. Sólo pruébame.



—Tiene que morir —dijo el hombre de cabello oscuro

bruscamente—. Ha sido ordenado por nuestro rey.



—Ryeowook es su rey.



—¡Amigo!



Yesung ignoró el estallido de Kyu y continuó mirando

fijamente a los dos hombres. —Saben que es su rey, y sin

embargo todavía estáis tratando de matarlo. Me pregunto por

qué.



—No es el verdadero rey —gritó el hombre de cabello oscuro—. Es un impostor.

—¿Cuál es tu nombre? —Le preguntó Yesung al hombre de

pelo claro, ignorando al otro. No creía que tuviera mucho que

decirle.



—Me llamo Donghae. —Hizo un gesto con la mano hacia el

hombre sentado a su lado—. Este es mi primo, Minho. Estamos

al servicio de nuestro rey.



Yesung se acercó y se puso en cuclillas frente a Donghae,

mirando al hombre pensativamente. —Ryeowook es tu rey legítimo.

¿Por qué estás tratando de matarlo? ¿No debería tu lealtad ser

para él?



—¡No es nuestro rey! —Insistió Minho.



El asesino le lanzó una mirada rápida y mordaz antes de

mirar a Donghae otra vez. —¿Es así como lo sientes?



—No lo sé. Me han enseñado desde mi nacimiento a seguir

las órdenes de mi rey, y ordenó que Ryeowook muriera. Va en contra

de todo en lo que creo no cumplir con las órdenes reales.



—¿Incluso si esas órdenes están equivocadas? —le

preguntóYesung—. ¿Incluso si el hombre que da las órdenes no es

el verdadero rey?



—El rey Song Pyo ha estado en el trono desde antes de que

yo naciera —dijo Donghae—. ¿Cómo puedes decir que no es el

verdadero?



—Debido a que no lo es. Wook lo es. ¿Por qué crees que

Song Pyo lo quiere muerto? Sospecho que no quiere renunciar a

su trono ya que Ryeowook puede demostrar que es el rey legítimo.



—¡Estás mintiendo! —Minho rompió—. El rey Song Pyo es nuestro rey,

nuestro verdadero rey.

—¿Puede trasformarse en gato, un gato común? —le

Preguntó Yesung.



—Nadie puede —dijo Minho, apretando los puños cuando

miró a Yesung—. Todo el mundo sabe que la línea directa de los

reyes murió hace más de veinticinco años. Song Pyo es el rey más

cercano que tenemos al linaje real. Es su derecho gobernar.



—Wook, amor, ¿serías tan amable de mostrar a estos

hombres tu verdadera forma?



—¿En serio? —preguntó Wook—. ¿Quieres que cambie?



Yesung sonrió mientras miraba por encima del hombro a su

pareja. —Creo que es la única manera de que nos crean, bebé.



Ryeowook revolvió los ojos justo antes de cerrarlos.



El asesino observó con fascinación como la luz alrededor

de Ryeowook brilló por un momento, y luego en lugar del hombre

ahora había un gato blanco y doméstico con unos profundos

ojos.



—¡No! —Minho gritó.



Yesung volvió justo a tiempo para verlo ponerse de pie y

saltar por la habitación hacia el albo felino. Estiró la mano la

mano y agarró al hombre por una pierna, lanzándolo al suelo a

pocos centímetros deWook.



—¿Qué demonios? —Oyó gritar a Kyu al fondo.



El corazón de Yesung tronó mientras veía a Ryeowook agazaparse

en la silla, el pelo en la parte superior de su gato erizado cuando

entre dientes gruñó en voz alta. Minho gruñó exactamente como

antes y trató de abrirse camino a través del piso para acercarse a al felino.

Yesung apretó su control alrededor de las piernas de Minho,

pero podía sentir que el hombre se le escapaba. No podía

permitirle llegar a Wook. Le había prometido al hombrecito que

lo mantendría a salvo. Empezó a arañar a Minho, tratando de

arrastrarlo lejos de Ryeowook. Se preguntó por qué Kyu no

intervenía y lo ayudaba hasta que se volvió y vio a Kyuhyun con la

pistola apuntando todo el tiempo a Donghae, para mantenerlo

fuera de la lucha.



Yesung sintió una renovada energía cuando Ryeowook sacó sus

garras y le arañó la cara a Minho. Esperaba que éste le devolviera

el golpe, e incluso se puso tenso cuando esperó a que el hombre

golpeara a Wook.



En cambio, Minho lanzó un grito y cayó al suelo, su cabeza

apoyada en sus manos. Confundido por la repentina falta de

lucha del hombre, Yesung siguió sujetándolo. Levantó la cabeza

para mirar a su pareja, en busca de alguna lesión.



—¿Wook, estás bien amor?



—Sí, estoy bien. No me tocó.



—Cambia de nuevo, bebé.



En un abrir y cerrar de ojos, Ryeowook volvió a su forma

humana, aunque todavía estaba encorvado hacia abajo, con las

rodillas dobladas hasta su pecho mientras miraba con recelo a

Minho. Poco a poco, Yesung aflojó su agarre, vigilándolo para

asegurarse de que el hombre no se movía.



Se sentó y se deslizó hasta colocarse entre Minho y Ryeowook

luego llevó una mano hacia atrás para tocar a su compañero,

queriendo asegurarse de que el pequeño no estaba herido.



—¿Estás seguro de que no estás herido?

—Estoy bien.

Yesung quería ver a Wook, verlo por sí mismo, pero dudaba

en apartar los ojos de Minho. No sabía a qué juego estaba

jugando el hombre, y quería estar listo para cualquier cosa. Sin

embargo, fue un gran alivio cuando sintió el cuerpo de Wook

ejercer presión contra su espalda, los brazos del hombre

rodeando su cuello cuando sintió un pequeño beso en su

mejilla.



—Te lo prometo, estoy bien, totalmente ileso.



Cuando Minho empezó a moverse, levantó la cabeza en un

primer momento y luego se arrodilló, Yesung se tensó. —Tócalo y

morirás —advirtió al hombre.



Para su sorpresa, Minho se limitó a asentir luego se dejó

caer casi hasta el pecho. —Le pido disculpas, Alteza. No tengo

ninguna excusa para mis acciones. Espero su castigo.



«¿Qué carajo?» Pensaba Yesung mientras veía al hombre

inclinado hacia adelante hasta que su frente tocaba el suelo. —

¿Wook? ¿Qué está pasando?



—¿A mí me lo preguntas?



—Minho sabe que estaba equivocado. Song Pyo no es

nuestro verdadero rey. Vos lo sois.



Yesung miró más allá del hombre postrado donde Donghae

todavía se apoyaba contra la estantería. Se sorprendió al ver las

lágrimas que brillaban en los ojos del hombre. —Y eso ¿qué

significa? Te he dicho todo el tiempo que Wook era el verdadero.



—Song Pyo ha gobernado durante veinticinco años. Todo el

mundo cree que el linaje real se extinguió, que no hay más

sangre de la realeza. Es lo que se nos enseña desde nuestro nacimiento.

—Entonces porque seguisteis llamándome Alteza cuando

llegasteis.



La sonrisa de Donghae era triste. —Nos habían dicho que

eras un impostor, un pariente perdido de Song Pyo. Siendo un

pariente, incluso si no tenías sangre real, todavía se te

consideraba miembro de la realeza. Nos dijeron que te

tratáramos como tal.



Ryeowook soltó un bufido. —Bueno, al menos, Song Pyo tiene

buenos modales.



—Su Alteza es mucho más amable de lo que lo sería, él. —

DijoDonghae—. Sobretodo teniendo en cuenta la situación.



Yesung no podría estar más de acuerdo. Todavía no sabía si

iba a matar a Donghae y Minho o no. Definitivamente tenía planes

para matar a Song Pyo si alguna vez veía al hombre. Se puso de

pie, manteniendo los ojos sobre el hombre. Todavía no confiaba

en él.



—Ve a sentarte de nuevo con tu primo,Minho.



El hombre no se movió más allá de tensar sus músculos.



Yesung puso los ojos en blanco y miró a Wook, agitando la

mano al hombre postrado en el suelo. —¿Te importaría?



—Haz lo que dice, Minho —dijo Ryeowook en voz baja, aunque

Yesung podía oír la confusión en su voz—. Debes seguir cualquier

orden que te dé mi pareja. Habla por mí en todo momento.



Minho se alzó sobre sus rodillas y asintió, a continuación,

se puso de pie y caminó de nuevo hacia el lado opuesto de la

habitación. Yesung esperó hasta que se sentó de nuevo y Kyu

tenía el arma apuntando a los dos hombres antes de volverse y levantar

a Wook en sus brazos.

Se sentó y lo estableció en su regazo, de ninguna manera

se sorprendió cuando Ryeowook se acurrucó y comenzó a ronronear.

Yesung le pasó su mano por el cabello y por su espalda, mientras

miraba a los dos soldados enviados a matar al hombre en sus

brazos.



—¿Qué sugieres que haga con esos dos? —Yesung le

preguntó—. Han tratado de matar no sólo a mi compañero, sino

a su rey, su verdadero rey. Incluso si estaban siguiendo las

órdenes del hombre que creían que lo era, siguen siendo seres

racionales, capaces de pensar por sí mismos.



—¿Sinceramente? —dijo Donghae—. Por lo que hemos

hecho, merecemos que nos mate.



—Estoy de acuerdo. —Yesung sintió al joven ponerse tenso

en sus brazos, y el ronroneo se detuvo—. Sin embargo, a mi

Wook no le gusta el derramamiento de sangre. Se filtra en la

madera del suelo.



El ronroneo comenzó de nuevo por lo que el asesino supo

que había dado con la respuesta correcta. No es la que hubiera

dado hace veinticuatro horas, pero era divertido como había

cambiado su vida en tan poco tiempo. Ya no pensaba en

términos de eliminar cualquier amenaza conocida. Pensaba en

lo que a Wook le gustaría en primer lugar.



Yesung no podía decir que estuviera triste de notar este

cambio. Sorprendido, sí, triste, no. Había pasado demasiados

años estando solo, no teniendo a nadie permanente en su vida.

Siempre folladas de una sola noche en cualquier callejón, que

no le satisfacían tanto como sostener en sus brazos a Ryeowook. Este

lo hacía sentirse especial, como si le importara a alguien. No

podía recordar el haber disfrutado eso alguna vez.



Incluso los hombres para los que trabajaba, más allá de sentir una ligera

 tristeza por su pérdida, no llorarían su muerte.

Era un asesino, una herramienta para utilizar. Había sido

entrenado de esa manera desde una temprana edad. Con Wookie,

Yesung sabía que lo echaría de menos, que se afligiría. Infiernos,

estaba muy seguro de que el pequeño quedaría devastado.



—Entonces, ¿qué se supone que voy a hacer vosotros? —

Preguntó Yesung—. Si los mato, Wook se molestara. Si los dejo ir,

Podrían volver y tratar de hacerle daño, en cuyo caso me

cabrearía y tendría que mataros. No hay solución fácil.



—Si los mato yo, Wook no se enfadará contigo —Apuntó

Kyu.



—Sí, pero lo haría contigo.



—Oh, puedo aceptar su enfado de pequeño gatito. —Kyu

sonrió.



Sabía que su amigo estaba bromeando. Tenía un pésimo

sentido del humor. Pero Ryeowook no lo sabía, y el asesino sintió al

hombrecito tensarse en sus brazos. Yesung comenzó a frotarle la

base de la espalda con pequeños círculos cuando volvió el rostro

hacia su amigo.



—Podría ser, pero todavía tienes que lidiar con Wook por

llamarlo gatito.



Yesung observó entretenido como la boca de Kyu se abrió

ante el pequeño secreto se le había soltado. La cabeza de Wook

se giró rápidamente. La fría mirada que le envió a Kyu habría

hecho que los hombres más duros temblaran en sus botas.



—¿Me llamaste gatito?



—Oh, vamos, no fue nada personal. —Kyu hizo un gesto

de embarazo con la mano—. Eres un gatito.

—Soy un gato.

—Gato, gatito, ¿cuál es la diferencia?



Wook se movió y saltó sobre el suelo antes de que Yesung

pudiera detenerlo. Kyu gritó y luchó para alejarse todo lo que

pudo pero el joven lo atrapó en la parte delantera de sus

pantalones y la camiseta, sus uñas clavándose en el grueso

tejido. Le dio un zarpazo en la cara antes de saltar sobre el

mostrador de la cocina americana.



Se agachó emitiendo un suave gruñido con su garganta

mientras sus ojos lo miraban. Cubriéndose la

hemorragia de la mejilla con su mano, Kyu, lentamente se

alejó de Wook.



Yesung se puso en pie después de que el choque finalizara y

se acercó para llevar a Wook a sus brazos. Hizo una mueca,

cuando negó hacia Kyu. Volvió a sentarse con su pareja en su

regazo, pasándole las manos dulcemente por la suave piel.



—¿Todavía crees que puedas aceptarlo? —Yesung arqueó una

ceja, mirando a su amigo.



—Amigo, tu gato está loco. —Kyu se frotó la mejilla luego se

quedó mirando horrorizado la sangre en su mano—. Me gusta,

¿voy a convertirte en un gato o algo así ahora?



—No ocurre así —dijo Donghae desde su posición en el

suelo—. Si cada persona que resulte arañada por un gato

cambiara, el mundo se vería invadido.



—¿Has visto la población de gatos callejeros? —preguntó

Kyu—. ¿Estás seguro que no estamos siendo invadidos?



—Solamente los verdaderos descendientes directos de la

estirpe real pueden transformarse en gatos comunes. Así es

como sabemos que son miembros de la familia real. El resto tenemos diferentes formas.

Kyu frunció el ceño, su frente arrugada. Yesung sentía como

lo miraba confundido. —¿A qué puedes cambiar? —preguntó el

asesino.



La luz brilló alrededor de Donghae y se lo mostró. Yesung

parpadeó ante la brillante luz. Cuando su visión se aclaró, su

boca se abrió y su control sobre Ryeowook se apretó cuando se

encontró mirando a un tigre siberiano de 226 kilos.



—¡Joder!



Yesung asintió silenciosamente en acuerdo con Kyu. Las

cosas se ponían cada vez más y más interesantes. Wook le dijo

que sería capaz de derribar a un león en plena madurez, cuando

finalmente llegara a su nuevo tamaño. Si ese fuera el caso, y

ante el gato que estaba mirando, estaba bastante seguro de que

iba a ser tan grande como una casa.



—Cambia —le ordenó el asesino, incómodo por la nueva

forma deDonghae, ya que su pareja estaba en la habitación.

Según Wook, Yesung, no había terminado de crecer y eso

significaba que aún no podría proteger debidamente a su

amado.



Yesung espera no tener que pedirle a Wook que lo ayudara

para que el hombre siguiera sus órdenes. Por lo que se

sorprendió un poco cuando Donghae se limitó a seguirla y cambió

de nuevo en un abrir y cerrar de ojos de cegadora luz. Una vez

más, un hombre vestido de negro estaba sentado en el suelo

delante de la estantería.



—Wook, amor, ¿por qué no cambias de nuevo también? —

Yesung no había terminado de pronunciar las palabras cuando se

encontró con el hombre sentado en su regazo en vez del felino.

Estuvo a punto de gemir cuando se le abrazó y empezó a ronronear,

ambas acciones pusieron su polla dura.

Trató de mantener su atención en la conversación pero fue

perdiendo rápidamente su línea de pensamiento cuando Wook

se movió un poco y trató de ponerse más cómodo. Podía sentir

el culo de su pareja frotarse contra él y el ronroneo no estaba

ayudando. Era como una llamada de apareamiento a su polla.



—Compórtate, gatito —le susurró al oído mientras le daba

unas palmaditas en la cadera. La tonta risa de Wook era

agradable y lo llenó de alegría. El placer se disparó a través del

cuerpo de Yesung ante el sonido que era casi mejor que el sexo,

casi. Eso hizo que cualquier incomodidad que sintiera se

desvaneciera.



Yesung lamentablemente apartó su mirada de Wook y se

volvió hacia los dos hombres. Podía ver a los dos observándolo

con curiosidad y se imaginó que no sabían muy bien qué hacer

con Wook y él.



Incluso podía ver que Kyu lo miraba por el rabillo del ojo,

una profunda arruga en su frente. Ya que nunca lo había visto

comportarse de esta manera, Yesung imaginó que Kyu estaba

muy confundido. El asesino casi sonríe.



—Donghae, ¿qué sugieres que haga con tu primo y contigo?



—Nos merecemos la muerte por lo que hemos hecho —dijo

repitiendo lo que había dicho antes.



Eso era bastante simple, pero Yesung supo que a Wook no le

gustaba la idea cuando el hombre se puso tenso en sus brazos de

nuevo. Suspiró, sabiendo que tendría que acostumbrarse a no

matar a alguien cuando se convirtiera en una amenaza. Tendría

que encontrar otras maneras de resolver sus problemas porque

a su pareja no le gustaba la idea de matar. Tenía que

preguntarse que plan cósmico se estaba riendo a su costa en estos momentos.

—Eso no es lo suficientemente bueno —dijo finalmente

Yesung—. Matarlos no va a resolver el problema con su tío

tratando de matarlo. Si no son ustedes dos, entonces enviará a

alguien más a terminar el trabajo, y no voy a tener Wook

mirando sobre su hombro el resto de su vida.



—Me deja vivir, incluso después de que traté de quitarle la

suya —le susurró Minho, mirando hacia abajo al suelo—. La vida

que ahora tengo le pertenece, y lo protegeré hasta mi último

aliento.



—Como yo —agregó Donghae. Su mirada era intensa, de

gran alcance, conteniendo algo parecido a la adoración en sus

profundidades cuando miró a Wook—. Es nuestro verdadero rey.

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Al fin!!! Pude publicar el capitulo 10 de esta adaptacion hace dias que estoy

intentando luchar con este sistema del blog es un poco complicado ja encima 

el capitulo es bastante largo pero aqui esta.. espero que les guste y nos vemos 

en el proximo...Aquellasque también leen Dulce Placer sepan que estoy adaptandolo 

si lo termino hoy inmediatamente lo voy a subir si no será mañana ^^

Saludos!!! ^^